Un día me traje la bici y desde entonces rara es la tarde en la que no me pego un sofocón.
Empecé el verano siendo un anciano oxidado y me voy a ir hecho un atleta.
La semana pasada, durante las fiestas de Cervera, hubo una carrera ciclista. Cómo no, me acerqué a verla. Estoy crecido y claro, me han parecido muy flojitos los chicos que competían. A punto estuve de meterme en el pelotón y zurrarles un poco.
En la foto, los tres: el pelotón, el Colegio Regina Pacis y yo. Lástima que no tuviese una bici a mano... que si no...
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