El pico Almonga está oculto por la bruma. Fresquísima la mañana, pero tiempo habrá para que el sol caldee el ambiente.
¿Qué más podemos decir? Pues alguna incidencia:
El monitor Jorge, poniendo tanto ojo en sus pupilos para evitar posibles patinazos en las cercanías del río, durante la actividad piragüística de ayer, se desentendió de la accidentada superficie y propinó accidentalmente un chut a una roca fluvial. Su pie pronto tomó un aspecto insano, aunque, por suerte, no hubo fractura alguna.
Por otro lado, un desafortuando alumno, no se sabe cómo, se vió con uno de sus dedos de la mano atrapado en la boquilla de una cantiplora. Menos mal que P. Javier, el responsable del campamento, acudió al rescate de su falange con unas enormes pero prácticas tenazas. Al final, el chico sólo sufrió unos rasguños, aunque el susto fue de consideración.
A ver lo que nos depara mañana el día en este XXII Cursillo de Verano de Cervera de Pisuerga.